24 febrero, 2006

A minuto y medio de plaza Cataluña

Uno busca el Hard Rock Café, ve un callejón que parece sin salida con una Caixa al fondo y se adentra en él y sale a una placeta tranquila con olor a hachís para encontrarse con la iglesia de santa Anna al fondo.
Muchas veces he ido allí con algún amigo, siempre con miedo de la fauna que puebla la plaza, pero jamás nos dijeron nada. Es un buen lugar para charlas interminables, de ésas en las que acabas sintiéndote afortunada de no ser infeliz y de tener amigos a quien contarlo.
Suele estar abierta, creo que abre a las 18h, pero suele estar abierta fuera de horas para ensayos de bodas y, a menudo, puedes entrar en el claustro.
Me gusta más verla desde la plaza, o estar en el claustro, pero hay que reconocer que tiene zonas bonitas. Y... tiene muy buena acústica. Por favor, conversen en voz baja e insonoricen sus teléfonos antes de entrar.

3 comentarios:

Fougère dijo...

Barcelona, Barcelona... ciudad para perderse. Respira luz y paz. siempre pienso en volver a Barcelona.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Soy de Valencia, vivo en Madrid, pero siempre me ha gustado Barcelona. Tiene algo que no se encuentra en otros sitios, algo indefinble. Sublog m,e ha gustado.

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog! De las ciudades que conozco, me quedo con Barcelona, para mí la que tiene mayor resonancia en mi ser. ¿viví aquí en otra vida? esa impresión me da cuando recorro el Call, el Barrio Gotico... el Borne... No nací aquí, sino allende los mares. Mi madre, barcelonesa, quizás me transmitió las bellas imágenes de su ciudad en el claustro materno. Bailar una sardana es un acto de comunión con ese pueblo ancestral. Lo cierto es que en Barcelona me siento en MI lugar. La plaza e iglesia de Santa Anna tienen para mi un encanto particular... es un remanso de sosiego, aunque su olor se haya deteriorado con los años. Lucía