01 agosto, 2005

Laberintos

¿Os acordáis de aquellas máquinas de los bares en las que introducías una peseta e iba por un laberinto, y que si conseguías que bajara, la volvías a recuperar y podías volver a jugar? Pues ir en metro ahora por Barcelona es así pero sin la posibilidad de que te reembolsen el dinero.
Los FFGC están cortados entre Plaça Espanya y el Carrilet, así que hay que coger el metro hasta Carrilet y allí los FFGC, pero claro, el metro está muchas veces parado porque está en obras en otros tramos y tienes que subir a la calle y buscar el autobús de soporte. Si te vas por otros lares, vuelve a estar cortado en Sagrera, en Maragall y, como estamos en verano, el servicio de autobuses se reduce y se reduce hasta perder parte de su carácter alternativo.
Cuando vuelva a oir que usemos el transporte público, reclamaré abiertamente un manual de instrucciones porque, aunque las caminatas a sol abierto sean una invitación a lo conocido, a veces es mejor un pack de insolación y deshidratación que el viaje a lo desconocido.
Y es que cuando Kavafis escribió El viaje a Ítaca no pensaba en la TMB ¿o sí?