Las fotos huelen a polvo y a aire puro al sol. A veces eso de la humanidad y de las cloacas precarias trae olores agridulces que el olor a mar dispersa. Las mujeres llevan aceites perfumados en el pelo y los hombres huelen a almidón. El ruido es algarabía y es humano. La vida emana de cada una de las personas de la foto, se ve a sus familias en sus pupilas y se adivina su fe en el porvenir. Es como estar allí, como volver a los 17, retrocediendo cien años o más.
15 febrero, 2008
Años ha
Las fotos huelen a polvo y a aire puro al sol. A veces eso de la humanidad y de las cloacas precarias trae olores agridulces que el olor a mar dispersa. Las mujeres llevan aceites perfumados en el pelo y los hombres huelen a almidón. El ruido es algarabía y es humano. La vida emana de cada una de las personas de la foto, se ve a sus familias en sus pupilas y se adivina su fe en el porvenir. Es como estar allí, como volver a los 17, retrocediendo cien años o más.
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